Este año los medios estallaron:
¡Universitarias denuncian acoso sexual dentro de universidad!
Desde la posición donde me encuentro, vi diferentes reacciones: ¿Por qué simplemente no se pueden dedicar a estudiar? ¿Por qué no van de frente y denuncian? ¡Les gustó y exigen más,JA! ¿Que acaso no hay alguna autoridad que se encargue de ver esos temas? ¡Qué vergüenza tanta universidad prestigiosa!
La ignorancia no solo se expresó por esos medios , sino también en una noticia recibida hace unas semanas…
El vicerrectorado de mi universidad, PUCP, sacó un denigrante artículo en el cual victimizaron a los agresores de la universidad, haciendo hincapié en lo difícil de su situación, ya que tienen «miedo» de ser culpados de acoso.
Por otra parte, tras esta huevada (porque es una huevada), no se les ocurrió hacer otra barbaridad más…
Esta noticia me causó cólera junto a muchas compañeras cuyos casos han sido archivados, sido víctimas de alumnos, profesores o personal de la universidad, y de las personas que nos apoyan.
¿Ahora encima nos quieren callar? ¿Por qué existe tan poco apoyo de parte de la universidad? ¿Tanto les importa su imagen? ¿Marcial y si te violan a la familiar? ¿Te resulta bonito?
Nos quieren calladas antes, durante y después de nuestra denuncia.
Frente a la posibilidad de censura, las compañeras de la universidad se movilizaron y protestaron frente a la universidad por tremendo atropello.
Nunca nos van a mantener calladas.
Y eso que en este caso solo hablamos de una universidad…
Fuera del cristal 